–SOCIALISTA: Los derechos de la ciudadanía se han conseguido
históricamente gracias a la lucha de los trabajadores, arrancándoselos a la
burguesía contra su voluntad y obligando al Estado a legislar de una forma más universalista y racional para evitar el conflicto social.
–NEOLIBERAL: En absoluto. Los derechos y libertades de los
ciudadanos han sido todos ellos concesiones del capitalismo. Sólo éste reconoce
al individuo como tal.
–SOC: Los derechos concedidos en el mundo capitalista sólo lo
fueron por el miedo que infundía la posibilidad de una revolución obrera, por
el miedo al contagio del sistema económico establecido al otro lado del Telón
de Acero. Para el capitalismo, el individuo sólo es el propietario. Los trabajadores
son masa. Y, en efecto, es la masa quien consigue derechos con su lucha. Porque
los derechos y libertades son colectivos, no individuales.
–NEO: Eso es ridículo. Lo colectivo no existe, es una
abstracción. Sólo hay individuos, como usted o yo. Todos somos iguales, ¿ve? Por
otro lado, no tergiverse la historia. El capitalismo es per se democrático y
siempre ha reconocido derechos laborales y sociales.
–SOC: ¿Desde cuándo? ¿Siempre después de acontecimientos que
desestabilizaron la economía y obligaron a replantearse el modo de producción
para mantener su estabilidad?
–NEO: El llamado Estado de Bienestar empezó en la Alemania
de Bismarck, le recuerdo. Y no era comunista, precisamente.
–SOC: No. La Sozialpolitik fue un modelo de Estado de Caridad, más bien; pero de acuerdo, se lo
concedo: pese a ello, los países capitalistas puros consideraron ese sistema una
imposición política y un dispendio absurdo. Una política “blanda”. De hecho, estuvieron encantados con la llegada de los
fascismos y su modo de “zanjar” las luchas obreras.
–NEO: ¡Madre mía, lo que hay que oír! Tras la Segunda Guerra
Mundial, el país que más decididamente implantó el Estado de Bienestar fue el
Reino Unido, un país absolutamente capitalista.
–SOC: Ciertamente, pues todo cambió tras las Guerras
Mundiales, por presiones internas y externas. La derrota del fascismo tuvo
mucho que ver. Pero lo que usted dice fue así hasta la ofensiva neoliberal que
empezó en los setenta, liderada en dicho país por Margaret Thatcher. Hasta entonces
el Reino Unido había sido un país muy colectivista, con una gran presencia de
la izquierda, en forma de Laborismo, y un enorme sector público, que fue
liquidado.
–NEO: Sin duda, Thatcher hizo muy bien en desmontar ese
Estado de Bienestar que no era más que una forma de socialismo implantada en
Occidente.
–SOC: ¿No decía usted que el Estado de Bienestar era una
creación genuinamente capitalista?
–NEO: El Estado de Bienestar es comunismo disfrazado, como
lo es, por ejemplo, la creación de un seguro médico universal en EE.UU. a manos
de Obama: una expropiación estatal de la propiedad privada. Como tal, debe ser
desmantelado. Se apropia de la riqueza de unos pocos y la socializa; sólo sabe
gastar el dinero ajeno.
–SOC: Con independencia de la cuestión clave, que dejaremos
para otro día (la procedencia de la riqueza de esos pocos de los que habla),
tenía entendido que los derechos de los trabajadores eran todos ellos concesiones
del capitalismo.
–NEO: Naturalmente. Pero ya no existe la URSS. Ya no hace
falta mantener un equilibrio mundial. Podemos eliminar esos derechos, porque
nuestros trabajadores jamás harán una revolución. No hay alternativas. Y los
derechos sociales beneficiaron la reproducción del capital en cierto momento, pero ahora ya sólo son un obstáculo para la misma.
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